Trabajar con los sentidos requiere compromiso y sensibilidad. Poco más. La creatividad y la habilidad surgen cuando los dejamos fluir en su estado más natural.
Ése es el gran regalo, el gran don: aprender a fluir.
Y esto es lo que sucedió este sábado en The Eleven House con el workshop de Irene Gisbert para crear una home fragrance.
Tuvimos la luz, tuvimos los aromas y tuvimos la complicidad de unas mujeres que crearon un ambiente mágico en nuestra casa y aprendieron a tomar conciencia de sus sentidos para CREAR.
La sincronía, la inspiración, surgió después.
Entre todas, aprendimos a ver y observar, más que mirar.
Aprendimos a dejar atrás, por un momento, la autoconsciencia del tiempo que nos marca el ritmo frenético del día a día.
Aprendimos a fijarnos y concentrarnos en el aquí y el ahora.
Y con todo el aprendizaje, creamos unas fragancias maravillosas.
Nuestros talleres nos hacen evolucionar porque nos ayudan a eliminar todo lo superfluo y a añadir solo lo que nos llena.
Gracias por hacerlo posible y por compartir con nosotros esta filosofía de vida.
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